En un post anterior, hablamos un poco acerca del estado de la inteligencia artificial (AI) en América Latina; en este, daremos un seguimiento más particular a algunos de los países de la región, sobre todo aquellos que muestran un desarrollo destacado de la IA en la región, iniciando con Chile.
Hoy, Chile se encuentra en un punto crucial de su evolución tecnológica, particularmente en el ámbito de la inteligencia artificial (IA).
El mercado de IA en Chile está experimentando un rápido crecimiento, impulsado por la creciente adopción de tecnologías digitales, una mayor conciencia sobre la salud y la conveniencia de los servicios de salud en línea.
Este crecimiento parece atribuirse en parte al avance en diversas áreas de la IA, las cuales incluyen la robótica, las tecnologías autónomas y de sensores, la visión por computadora, el aprendizaje automático o ML, el procesamiento del lenguaje natural, así como la inteligencia artificial generativa.
Otros factores como el apoyo gubernamental, la inversión en investigación y desarrollo, y las colaboraciones entre actores de la industria se han convertido en importantes motores que impulsan este mercado.
Esto ha provocado que, de manera notable, Chile haya demostrado liderazgo en el ámbito de la IA en latinoamericana, según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA). Este reconocimiento subraya el progreso del país en el desarrollo de su infraestructura digital y la creación de un entorno propicio para la innovación en IA.
En este artículo, profundizaremos un poco en el estado actual de la IA en Chile, analizando sus fortalezas, desarrollos en curso y las consideraciones importantes que pudieran moldear su trayectoria futura.
Análisis: Un líder regional con bases sólidas y políticas prospectivas
La consolidación de Chile como líder en IA en América Latina se sustenta en varios factores clave. En principio, el país cuenta con una infraestructura sólida de conectividad y procesamiento de datos, así como una alta disponibilidad de dispositivos tecnológicos, según lo destaca el ILIA.
De hecho, Chile lidera a sus pares regionales en infraestructura de conectividad, procesamiento de datos y disponibilidad de dispositivos tecnológicos, con un 71.32% en el índice, superando a Brasil y Argentina. Esto se evidencia aún más con las velocidades promedio de descarga de banda ancha en Chile, que alcanzan los 89.18 Mbps, significativamente más rápidas que en muchos otros países de la región.
Aunado a esto, una gran proporción de la población chilena cuenta con acceso a internet, superando el 80%. Esta robusta infraestructura tecnológica proporciona un terreno fértil para el desarrollo y la implementación de aplicaciones de IA.
El rol del gobierno
El gobierno chileno ha desempeñado un papel proactivo en la promoción del crecimiento del mercado de IA al proporcionar un notable apoyo gubernamental, inversión en investigación y desarrollo, además de colaboraciones entre actores de la industria.
El gobierno ha implementado iniciativas para promover la adopción de la IA en diversas industrias, como la salud y la educación. Este compromiso se refuerza con el lanzamiento de la actualización de la Política Nacional de IA y su plan de acción, así como con la propuesta de una ley de IA.
Estas iniciativas siguen las recomendaciones del Informe de Evaluación de la Preparación para la IA en Chile elaborado por la UNESCO, lo que indica un enfoque estratégico e informado para la gobernanza de la IA.
Por si esto fuera poco, Chile es reconocido como el primer país del mundo en implementar y finalizar el RAM de la UNESCO, lo que lo posiciona como un pionero en América Latina en la gobernanza ética de la IA. Lo que demuestra un fuerte compromiso no solo con el avance de la IA, sino también con garantizar su desarrollo ético y responsable.
La PNIA
La Política Nacional de IA (PNIA), publicada inicialmente en 2021, se estableció con el fin de proporcionar directrices, lineamientos y principios para el desarrollo de la IA, enfocándose primordialmente en los aspectos sociales, económicos y educativos tanto para el sector público como privado.
En este sentido, la PNIA está estructurada en torno a tres ejes temáticos principales:
- Factores habilitantes
- Desarrollo y adopción
- Ética, regulación e impactos socioeconómicos.
Actualmente, el gobierno chileno trabaja en la actualización de la PNIA con el fin de incorporar de manera explícita cada uno de los principios de la recomendación de la UNESCO en su tercer eje, demostrando un compromiso con la alineación de las estrategias nacionales con los estándares éticos globales.
Por si fuera poco, un proyecto de ley sobre la regulación de la IA está en discusión en el Congreso, con el objetivo de establecer un marco legal para el desarrollo, comercialización, distribución y uso de sistemas de IA, para garantizar la salvaguarda de los derechos fundamentales.
Este proyecto de ley, con un enfoque basado en riesgo, similar al de la Ley de IA de la Unión Europea, clasifica los sistemas de IA en categorías de riesgo, desde inaceptable hasta sin riesgo, y sus consecuentes requisitos para su eliminación o disminución.
La IA y el mercado chileno
Las tendencias en el mercado chileno de IA reflejan un creciente reconocimiento del potencial de la IA en diversos sectores.
Por un lado, es posible, por ejemplo, observar un aumento en la adopción de chatbots impulsados por IA en industrias como la banca y la salud, impulsado por la necesidad de soluciones eficientes y rentables para la atención al cliente.
Por el otro, los consumidores también parecen confiar cada vez más en la tecnología de IA activada por voz para tareas diarias, impulsada por la alta adopción de teléfonos inteligentes y la creciente preferencia por servicios personalizados.
Hay un enfoque creciente en el uso de la IA para el análisis de datos y la toma de decisiones, particularmente en el sector financiero.
Desarrollo de talento
Si bien América Latina ha logrado retener a un buen número de sus profesionales en IA, la prevalencia de habilidades tecnológicas disruptivas relacionadas con la IA en la región aún está por debajo del promedio global.
La UNESCO recomienda que los países de la región, incluyendo Chile, continúen promoviendo la capacitación en tecnologías emergentes. Es por ello por lo que la PNIA también considera el fomento del talento como un factor habilitante.
El desarrollo del talento digital es crucial para sostener el crecimiento de la IA, y el gobierno chileno lo reconoce.
Equilibrando innovación, ética y brechas existentes
La postura proactiva de Chile en la política de IA y su sólida infraestructura tecnológica lo posicionan favorablemente en el panorama latinoamericano. Sin embargo, persisten desafíos y áreas de mejora.
El
informe RAM de la UNESCO destaca la necesidad urgente de actualizar la legislación sobre protección de datos y ciberseguridad para abordar los desafíos que plantea la IA.
Si bien un proyecto de ley para actualizar las leyes de protección de datos está en sus etapas finales de aprobación, garantizar su implementación efectiva y alineación con las necesidades específicas de la IA será vital para garantizar un desarrollo continuo y sustentable de la IA and el país.
Otro aspecto importante es el de abordar la diversidad e inclusión dentro del ecosistema de IA. Aunque la PNIA considera la inclusión, actualmente no existe una ley vigente que promueva la diversidad en los grupos relacionados con IA, por lo que las empresas tecnológicas no están obligadas a publicar estadísticas de diversidad.
Por último, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) es otra área en la que Chile tiene potencial para mejorar.
Comparado con otros países de la
OCDE, el gasto público de Chile en I+D es relativamente bajo, por lo que incrementar la inversión en este ámbito puede ser fundamental para fomentar la innovación y sostener el crecimiento a largo plazo en el sector de la IA.
En suma, un futuro prometedor sujeto a un compromiso sostenido
En los últimos años, Chile se ha consolidado como un líder en inteligencia artificial en América Latina, impulsado por una infraestructura tecnológica robusta, políticas gubernamentales proactivas y un reconocimiento creciente del potencial transformador de la IA.
Sin embargo, para aprovechar plenamente los beneficios de la IA y mitigar sus riesgos potenciales, Chile debe continuar priorizando la protección de datos, la ciberseguridad, la inclusión y la inversión en I+D.
Así, a través de un ecosistema sólido, colaboración eficiente y alianzas internacionales, Chile podría abrirse camino como una fuerza líder en la IA de la región.
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