Del discurso a la acción. Cómo México empieza a competir con IA en serio

 

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Con frecuencia, en México, el discurso sobre inteligencia artificial suele sonar abstracto, futurista o lleno de hype.

Por eso, resulta interesante analizar cómo varias multinacionales mexicanas ya están adoptando IA con un enfoque práctico y orientado al negocio, tal como expone El Cronista en su nota sobre OXXO, Coca-Cola Femsa, Bimbo, Cemex, Coppel y Walmart México y Centroamérica.

Más que “por estar a la moda”, estas compañías están utilizando la IA para resolver problemas muy concretos: eficiencia operativa, reducción de costos, predicción de demanda y mejores decisiones basadas en datos.

 

La IA como motor operativo

Coca-Cola Femsa es quizá el caso más robusto. De acuerdo con el artículo, su plataforma Juntos+ integra algoritmos de IA para recomendar productos a tiendas y anticipar patrones de compra. Esto no solo hace más eficiente la venta cruzada, también el ajuste de inventarios y anticipación de necesidades logísticas.

Por su parte, OXXO, utiliza IA para impulsar su proyecto “Retina Media”, basado en los datos de Spin Premia. La empresa ahora puede segmentar audiencias dentro de sus más de 20,000 tiendas y afinar campañas publicitarias según comportamiento real de sus clientes.

Bimbo destaca por su aplicación de IA en la gestión global de inventarios. El uso de modelos predictivos le ha permitido disminuir costos, reducir tiempos muertos en producción y reaccionar más rápido a la demanda.

No es un “laboratorio”, es una iniciativa que ya mueve indicadores operativos.

Estos casos muestran algo clave: la IA no es solo automatización; es capacidad de anticipación.

 

Los verdaderos retos: talento, datos e infraestructura

El artículo subraya que adoptar IA en empresas mexicanas implica varios desafíos estructurales clave:

1. Talento especializado

No basta con adquirir tecnología. Se necesitan, por ejemplo, ingenieros de datos, arquitectos de cómputo en la nube, especialistas en MLOps, ciberseguridad y analistas capaces de traducir problemas de negocio en modelos de IA.

Muchas empresas deben capacitar o atraer talento, un proceso que en México sigue siendo lento y costoso.

2. Calidad de datos

La IA vive o muere según la calidad de los datos. Si las empresas no cuentan con buenas prácticas de gobernanza de datos, catálogos, procesos de integración o claridad de objetivos, cualquier proyecto corre el riesgo de generar ruido en lugar de valor.

3. Infraestructura

La IA no es ligera: requiere poder de cómputo, almacenamiento, redes y plataformas con las que muchas empresas aún no cuentan o están modernizando. Por ello, muchas organizaciones se quedan atoradas en pilotos o pruebas de concepto.

4. Retorno real de inversión

El retorno de inversión (ROI, por sus siglas en inglés) de la IA no siempre es inmediato. Sin métricas, responsabilidades claras o expectativas realistas, la adopción puede quedarse a medias. Este es uno de los mayores riesgos para México: invertir sin estrategia.

 

Entonces ¿Qué significa esto para la industria mexicana?

Pues parece que es posible hacer dos lecturas.

La primera, optimista, que muestra que las multinacionales mexicanas ya demostraron que sí se puede usar IA en sectores tradicionales. El ejemplo de empresas como Bimbo y Femsa marca un precedente importante para la región.

La segunda, más crítica, que indica que la mayoría de las empresas en México aún no han cruzado ese umbral.

De hecho, otros estudios recientes indican que más de la mitad de las organizaciones no logra traducir sus iniciativas de IA en resultados financieros claros.

El desfase entre los early adopters y el resto del mercado sigue siendo amplio.

Además, la resistencia al cambio, cultural y operativa, continúa siendo uno de los principales frenos.

 

Conclusión: el reto ya no es tecnológico, sino estratégico

El avance de estas multinacionales revela que México tiene capacidad para competir. Sin embargo, el riesgo más grande no es quedarse sin IA, sino adoptarla sin dirección, sin talento preparado y sin datos confiables.

La IA puede transformar industrias enteras, pero solo si se implementa con visión, disciplina y enfoque en valor real.

Todo indica que el próximo gran salto para México no será tecnológico, sino estratégico: pasar de experimentar con IA a operar con IA como parte del ADN empresarial.

Pero ¿tú qué piensas? ¿Estas iniciando tu aventura con IA? ¿cómo vas?

¡Cuéntanos tu experiencia!

Hasta la próxima,


Jorge García, AIGüey

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